El uso de las redes sociales y la importancia de la comunicación interna se ha disparado en tiempos de confinamiento por el Covid-19. Como en muchos otros sectores, la crisis sanitaria y económica causada por el coronavirus ha marcado un antes y un después en la comunicación corporativa y de marca. Un cambio que ha llegado para quedarse y que lanza un mensaje directo y con mucha fuerza a los líderes y directivos de las organizaciones: conviene adaptarse, cuanto antes, a los nuevos tiempos.
Qué duda cabe que este momento histórico de la humanidad ha agilizado, adelantado y puesto en primera escena de necesidad la comunicación y la transformación digital. Estos días estamos viendo que hace falta cambiar rápido el chip en las estrategias y los planes; solo así seremos capaces de anticiparnos a los escenarios comunicativos que vienen.
En este sentido, en el plano externo las redes sociales han irrumpido a la velocidad de la luz como los medios y canales a priorizar para que nuestros mensajes tengan repercusión y conexión con la sociedad. Una práctica que aplica a los departamentos de comms y marketing para llegar a todos los públicos y para generar confianza y vínculos por los que nos elegirán. La pregunta es: ¿Dónde están nuestros consumidores, clientes, empleados y cualquier otro grupo de interés? ¿Dónde pasan una gran parte de su tiempo? ¿Por dónde se viralizan las noticias de los periódicos, de la radio y de los programas de TV? La respuesta es sencilla: en las redes. Según un reciente estudio de Comscore, del 9 al 15 de marzo -en comparación con la semana de 17 al 23 de febrero- el uso de las RR.SS. se ha disparado en más de un 55%. Adobe Analytics revela también que el tráfico procedente de RR.SS. de algunos medios informativos se ha incrementado en un 46% comparado con el mes anterior.
En el plano interno, la comunicación también constata su protagonismo y rol para generar confianza con los empleados. Así lo cree un 83% de los más de 500 profesionales que participaron en el último estudio del Institute of Internal Communication; 9 de cada 10 asegura que las comunicaciones en el marco del Covid-19 están dejando una impresión positiva en la función de la CI; un 66% afirma que los líderes se dejan guiar y asesorar más; y un 49% afirma que se ha mejorado el engagement con los equipos. Esta conexión se ve reflejada en el impacto, a su vez, del employee advocacy, del aumento de los CEO, directivos y empleados como embajadores de marca en la red.
Conviene apostar por una mayor inversión en digital, la generación de contenido, el storytelling y su publicidad. Asimismo, es importante acordar nuevos modelos con los grupos y medios tradicionales de comunicación, garantizando la difusión de las noticias de las compañías y de las marcas a través del social media. El hábitat son las redes; son el foco, un factor que ha potenciado su rol estratégico.
De la misma forma, la CI está en primera línea y conviene dotarla de la inversión que requiere. Los efectos del Covid-19 marcan así un nuevo hito en la historia de la comunicación interna y externa; un punto de inflexión que constata la tendencia de los últimos años y que nos dice que el marco ya ha cambiado. Y que ha llegado para quedarse en tan solo dos meses de práctica intensiva. Adaptarse es necesario, y adelantarse es prioritario para todas aquellas compañías y marcas que quieran ser líderes.
“Es el cambio, el cambio continuo, el cambio inevitable, el factor dominante de la sociedad” – Isaac Asimov
+COM | Bernardo Lavallén 